miércoles, 17 de agosto de 2011

Voy a escribirte.

Voy a escribirte.

Porque hoy te recordé.
Porque como siempre, hoy desee que su perfume fuese el tuyo.
Porque estando con él no soy yo pero a la vez soy todo; para él, para el mundo, para mí.
Porque sigo dentro de la contradicción de tus labios y el terror de tus ojos.
Pero sobrevivo, por eso voy a escribirte.

Porque no me importa si todas mis poesías hablan de lo mismo,
¿Y cómo no serlo? si poesía para mí siempre fue tu nombre;
Si tus manos siempre fueron mis letras y tu saliva mi tinta.
Por eso voy a escribirte.
Voy a escribirte hasta que se me agoten las palabras.
Hasta que la gente se canse de leerte en mis versos y hasta que mis lágrimas acaben con la estupidez de mis actos.

Porque se hizo un vicio caro el haberte amado tanto y pago con creces cada uno de los besos que te robé.
Pero no me arrepiento de cada uno de tus abrazos, ni de cada una de tus miradas.
Porque me amaste hasta que tu corazón dijo BASTA aunque el mío gritaba que te quedaras.
Por eso voy a escribirte.
Voy a escribirte hasta que mi alma no diga nada.

Porque hoy te recordé y aún me dueles.
Porque como siempre, hoy desee que sus ojos fuesen los tuyos.
Porque estando con él no soy pero a la vez soy todo; para él, para el mundo, pero no para ti.
Porque sigo dentro de la contradicción de tu adiós y tu nombre tatuado en mi sangre que no se borra.
Pero sobrevivo, por eso voy a escribirte.

Voy a buscarte en mis palabras mientras te olvido poco a poco
y te seguiré escribiendo; regalándote cachitos de mi alma en cada verso;
Te seguiré escribiendo para aprender a dejarte volar por otro cielo.
Voy a buscarte entre el ruido que provocan las memorias en silencio.

Voy a escribirte, aunque se me vaya el aliento en cada recuerdo.
Voy a escribirte, porque hoy te amé.

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