martes, 27 de septiembre de 2011

feel

Te sentí entre mis piernas

hasta el amanecer,

Como una pesadilla,

Como algo persistente,

te sentí entre mis piernas,

para renacer.

te sentí entre mis piernas,

hasta enloquecer,

como una suave brisa,

como algo que lastima,

te sentí entre mis piernas,

para entender.

Que los años pasarán y no estarás más.

Que el calor en mi entre pierna se detendrá.

Que tu recuerdo en mis memorias se borrará,

Que tu aroma de mi cuerpo se esfumará.

Te sentí entre mis piernas,

y te quise morder,

Porque tú eres dulce,

Porque eres amargo,

te sentí entre mis piernas,

he intente correr.

Te sentí entre mis piernas,

dentro de aquel placer,

y sus caricias eran tuyas,

y sus besos eran nuestros,

te sentí entre mis piernas,

y logre responder.

las preguntas que te hice,

Las metáforas que creé,

Las paradojas de mis actos.

A la sombra del ayer.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Me asusta pensar que tú estás ahí, aunque no estés.
Que estás escondido entre los recuerdos, esperando que mi cabeza esté en silencio.
Entonces la noche me asusta, porque aveces apareces.
Y te ríes en mi cara, de mis ojos, de mis labios.
De mis versos, de mis manos, de mi cuerpo.
te burlas como si fuese una broma el haberte querido.
Y siento que me muero, Pero si he de morir de algo no quiero que sea de amor.
De un amor olvidado, empolvado y solitario.
De un amor por ti, que sólo es en vano.

Me asusta pensar que tú estás ahí, aunque no estés.
Que estás escondido entre el humo que toca mis labios, esperando flotar a mis ojos para hacerme llorar.
Entonces me asusta fumar, porque aveces te fumo.
Y te dibujas en el viento, en el agua, en la tierra.
En mis versos, en mis ojos, en mis sueños.
Te dibujas tan real, tan sincero.
Y siento que me muero, pero si he de morir de algo no quiero que sea de amor.
De un amor que me aniquila la paciencia,
De un amor por ti, que solo es en vano.

Me asusta pensar que tú estás ahí, aunque no estés.
Que estás escondido entre esas cosas que tengo que olvidar, esperando el momento preciso para renacer.
Entonces callarme me asusta, porque aveces hablas.
Y me dices que fue un error haberte ido, y te creo.
Te miro, te encuentro, te espero, te creo...
Te expresas en mi piel, en mi cuerpo.
Y siento que me muero, pero si he de morir de algo no quiero que sea de amor.
De un amor que me mantiene inexistente,
de un amor por ti, que es en vano.

Me asusta pensar que estoy al intemperie entre el olvido y tus labios.
Y que sigo de pie firme ante tu adiós.
Me asusta creer que soy fuerte al verte lejos y que me derrumbo cuando vuelves,
cuando vuelves como un huracán de recuerdos hasta mí.
Me asusta cuando despierto sola y tu aroma no se ha ido de aquí,
cuando mis ojos lloran secos de tanto dolor.
Me asusta el que duelas a veces cuando tus fantasmas se aparecen.
cuando tus sombras me rodean como si no quisieras irte.
Me asusta pensar que tú no estás ahí, cuando quiero llorar.
me asusta pensar que tú no estás ahí, en cada despertar.
Me asusta pensar que tú no estás ahí, cuando necesito amar.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Miedo de temerte.

A veces quisiera que regresaras porque ya me duelen los ojos de no mirarte.
porque vivo con miedo de cerrarlos y ya no verte,
olvidarte, borrarte, quererte.
Vivo con miedo de sólo quererte.
Porque me acostumbré a amarte.
porque te aprendí como sólo se aprende cuando se quiere.
Y te atrapé, te tuve entre mis manos y me gustaste.
y entonces te miré y me gustó verte.

A veces quisiera que regresaras porque ya me duelen los labios de no besarte.
me duelen de tanto buscarte entre las sombras
mientras juego con tu recuerdo entre mis dedos.
Aún vivo con el miedo de olvidarte,
porque a veces se me olvidan tus sonidos, se me olvida tu voz.
Porque te amé como sólo se ama cuando te hieren.
Y te atrapé, te tuve entre mis manos y me gustaste.
y entonces te miré y me gustó verte.

A veces quisiera que regresaras porque ya me duelen el cuerpo de no tenerte.
Porque ya no me sostengo sobre mis piernas,
porque me mantengo en el suelo, bajo los recuerdos.
Vivo con el miedo de llorarte,
porque aveces se me olvidan tus caricias,
porque te lloré como sólo se llora cuando te sientes perdida.
Y te atrapé, te tuve entre mis manos y me gustaste.
y entonces te miré y me gustó verte.

A veces quisiera que regresaras,
porque ya me duelen las palabras de no decirlas.
Porque ya mis versos no riman.
porque vomito las sílabas que ya no quieres.
Aún vivo con el miedo de que leas esto,
porque a veces se me olvida que tú ya me olvidaste.
Porque me olvidaste, como sólo se olvida lo que ya no importa.
Y me atrapaste, me tuviste entre tus manos y te gusté.
Y entonces me miraste y te gustó verme.

Y me Soltaste, me obligaste a partir entre tus mares y te gusté.
Y entonces me miraste y te gustó verme.

Lejos.

Silencio.

Y le llamo amor al silencio porque aveces me susurra lo que dices
y decidí llamarle soledad a la compañia porque es mi fiel amiga.
Elegí esperarte, hasta hartarme, hasta desangrarme, hasta morirme.
Porque después de ti dejé de conocer otra forma de querer.

Y le llamo amor al silencio porque aveces me susurra lo que callas.
Y decidí temerle al miedo y a tu recuerdo, a renunciarte.
Elegí largarme, muy lejos, tan lejos para no verte.
Porque después de ti, dejé de conocer otra forma de extrañarte.

Y le llamé amor al silencio porque aveces me susurraba que me querías.
Y decidí huirle al tiempo y amar a tu ausencia.
Elegí clavarte en mi pecho, aunque me dolieras.
Porque después de ti, dejé de conocer otra forma de amarte.

Ya no sé si debo llamarle amor al silencio, porque aveces se calla muchas cosas.
A veces decido sacarte de mi vida, de mis días.
A veces elijo renunciar a todo como tú lo hiciste, como un cobarde.
Porque después de nosotros, dejé de conocerme como tú lo hacías.

Ya no sé si debo llamarle amor al silencio, porque a veces me grita tantas cosas.
A veces decido cerrar los ojos y dejar de mirarte.
A veces elijo abrirlos un poco y comienzo a llorarte.
porque después de nosotros, no quedo nada,
nada más que un corazón vacío y un montón de palabras rotas.

Juego de palabras.

Un final es triste

Desde leerlo hasta vivirlo.

Cuando lo vives,

Sientes que no vives.

Porque realmente no estás viviendo

Lo que ya viviste antes.

Un final existe.

Un final conmueve.

Un final desgarra y mata.

Un final te hiere.

Al final la decisión de finalizar,

Queda como sobrante de lo que ha sido finalizado.

Por que el finalizar es simplemente.

Un comienzo más.

A algo que crees que está acabado.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Tiempo

Tiempo

“Es tiempo de dejarte ir aunque me duela el pecho; es tiempo de que mi mente se libere de pretextos para amarrarte a mi cintura, aunque tenga esa obsesión de saberte; es tiempo de que experimentes en otros brazos y que despiertes en otro cuerpo; es tiempo de que me olvide de que este amor es eterno; es tiempo para despedirme de todos tus recuerdos, de todas tus sonrisas y de tu universo; es tiempo para aprender a vivir escuchando la música que considerábamos nuestra historia y de caminar entre el escombro de tus notas; Es tiempo para respirar profundo sin tus manos en mi espalda, para dejar de dibujar tus labios con los suspiros del mañana; es tiempo para pensar sin tiempo en el futuro; es tiempo sin ti donde se sufre lento”

sábado, 10 de septiembre de 2011

Siéntete afortunado.



Siéntete afortunado de tenerla a ella.

A la mujer que ama, que llora y que ríe sin razones.

A la mujer que a pesar de que su corazón ha tenido tantas grietas y una que otra decepción profunda sigue de pie, intentando amarte como nadie más lo ha hecho.

A la mujer que canta por el simple hecho de que está feliz de vivir su vida y de compartirla contigo.

A la mujer que no te llama por tu nombre, que en vez de eso te llama por el nombre del amor.

A la mujer que cree en ti, aunque ella no crea en nadie.


Siéntete afortuado de tenerla a ella.

A la mujer que te abraza con el cuerpo y con el alma.

A la mujer que te mira con esos ojos que hablan sin palabras.; con esos ojos donde antes inundaba sus pasillos la tristeza; esos ojos con mirada que no engaña; esos ojos que te aceptan tal cual eres.

A la mujer que te admira por lo que haces; la que te admira por lo que piensas; la que te deja seguir tus ideales, la que todo el tiempo te espera.

A la mujer que conoces de a poco y sin medida; a la que amas centímetro a centímetro.

A la mujer que confía en ti, aunque ella no confíe en nadie.


Siéntete afortunado de tenerla a ella.

A la mujer por la que puedes sentir el calor de su cuerpo cuando se acurruca en tu pecho, de poder besarle sin miedo.

A la mujer por la que puedes dar la vida y sabrás que te estará agradecida.

A la mujer que ha perdido el miedo de volar por tus cielos sin tener esa venda que la ataba a su pasado.

A la mujer que ama con el alma entera aunque se la entreguen a pedazos.

A la mujer que piensa en ti, aunque ella no piense en nadie.


Siéntete afortunado de tenerla a ella.

A la mujer que sonríe cuando sus lágrimas brotan.

A la mujer que no la enamoran lujos o músculos, que la enamoran las palabras y los hechos.
Que sabe lo que vale y lo que se merece aunque le ha costado trabajo el aprender lo que su razón no comprende.
Que da de sí hasta que su corazón entiende, que no todo en esta vida es amor y que también del dolor se aprende.

A la mujer que en tu honestidad ha encontrado, más que razones para quedarse.

A la mujer que a tu lado ha encontrado, más que razones para entregarse.

A la mujer que te espera, aunque ella no espere a nadie.


Siéntete afortunado de tenerla a ella.

A la mujer que escribe, que lee.

A la mujer que expresa y no le da miedo decir que te quiere; decir que te necesita y que te extraña.
Que no le da miedo decirte lo que le disgusta; lo que le mata.
Que no le asusta la idea de que estés lejos porque cree en lo eterno.

A la mujer que con los años ha aprendido a hablar de lo que piensa y a olvidar lo que le duele.

A la mujer que encontraste sin quererlo, entre el montón de gente.

A la mujer que te ama a ti, aunque a ella nunca la hayan amado antes.

Escupir.

Cuando no me caben las palabras en la cabeza, las escupo en un papel.
Y digo que las escupo porque solamente escribo como ahora lo estoy haciendo.
Escribo sin un sentido ni una regla, sin un ritmo ni una métrica.
Sólo escribo por escribir, porque a veces el corazón me pesa.

Mi cabeza se está llenando de preguntas ahora, también las estoy escupiendo en este mismo papel.
¿Es bueno hacerlo? Muchas veces me lo pregunto.
¿Será bueno eso de dar todo sin recibir nada?
¿Será que he perdido mi muchosidad?

No lo sé tal vez debo dejar de escupirte estás palabras que seguro no leerás.
Sólo me preguntaba si olvidaste todo lo que ha llenado mi cabeza de recuerdos.
Sólo me preguntaba si soy parte de tu pasado o soy sólo un eco.
Sólo me preguntaba ¿Cómo has estado todo este tiempo?.