Después de tantos años vuelves. Vuelves a mí como si nada hubiese pasado nunca. Cómo si el dolor que causaste no haya sido suficiente para derrotarme. Regresas.
Pienso que tal vez todo para ti es un juego, uno más de tus juegos pero a la vez, te escucho tan sincero; tan simple y completo; te escucho como aquel que me enamoró por primera vez.
La reacción fue instantánea, mi corazón ya lo sabía. El encuentro sería electrizante cuando tu boca y mi boca se encontraran de nuevo. Conocíamos nuestra piel, nuestro tacto; conocíamos nuestra aroma. Tus manos sabían exactamente los lugares secretos de mi cuerpo; yo sabía los tuyos. Nos complementábamos. Nos deseábamos.
A pesar del tiempo, sentía tu cuerpo como si todo fuese comenzando. Como si todo fuese igual que hace años, pero de una manera diferente, de una forma más tenue pero más profunda. Sentía tu mirada directa, penetrante hasta mi alma. Reconocía tu voz, tus tonalidades; reconocía tu respiración, tu aliento. Creo que no estaba equivocada al acariciarte.
Pienso que tal vez todo este tiempo no deje de amarte o simplemente yo no quise darme cuenta pensando que todo estaba olvidado. Te confieso que cubrí tus huellas con otros cuerpos, que probé otros labios; que mi corazón quiso y me quisieron. Que experimenté muchas cosas nuevas. Que por mucho tiempo no me hizo daño tu ausencia; que olvide tu dirección y de mis labios nunca más brotó de nuevo tu nombre.
Pero, ¿Por qué ahora haces esto?
¿Por qué te clavas de nuevo dentro de mi pecho? ¿Por qué remueves todo ese pasado el cual yo había enterrado lejos? Dime que puedo hacer si por un momento no deseo más que vivir entre tus brazos otro tiempo, otro siglo.
¿Dime qué hacer? Te pregunto al despertar. ¿Dime qué es lo que quieres de mi otra vez? Dime si sólo soy tu juego nuevamente, si sólo me harás daño. ¿ Por qué hoy amanezco y me siento diferente; con tantas ganas de amarte diferente?
Después de tantos años vuelves. Vuelves a mí como si nada hubiese pasado nunca. Cómo si hubieses tomado vacaciones a lo nuestro; como si mi corazón no tuviese otro dueño; Cómo si el dolor que causaste no fue suficiente para acabar con mis anhelos. Regresas.
Regresas y te acepto a pesar de todo. Acepto cada uno de tus besos; cada una de tus palabras hirientes. No puedo decirle que no a tus manos; a tu cuerpo; no puedo ser fuerte cuando el perderte me hizo quererte, quererte sin importarme el tiempo.
Pienso que tal vez todo para ti es un juego, uno más de tus juegos pero a la vez, te siento tan sincero; tan simple y completo; escucho retumbar el eco de tu voz en las paredes del recuerdo sobre mi alma; miro tu sonrisa y corro muy a prisa hacia tus brazos de nuevo; hacia el amanecer en tus ojos; te escucho como aquel que me enamoró por primera vez y para siempre ~
Dónde hubo fuego las cenizas jamás se olvidan; las heridas jamás cicatrizan y los aromas jamás cambian; Sólo se intentan las sonrisas, se sigue adelante con la esperanza de no volver nunca a nuestro pasado; a lo que nos hizo daño. Así vivimos. En una constante burbuja de felicidades construidas por nuestros sueños, por las ilusiones; con una venda en los ojos al abrir nuestro corazón de nuevo. Dónde hubo fuego las cenizas jamás se olvidan...
Abbey 2011~
No hay comentarios:
Publicar un comentario