
Tengo tantas ganas de que alguien me ame tanto. Alguien que me ame hasta el punto de sentirme asfixiada por tanto amor. No me gustaría morir virgen de corazón. Necesito a ese alguien que me quite la razon, que se la lleve.
Nunca he necesitado pensar tanto; las palabras salen solas. Nunca me he esforzado por amar algo y nunca he sentido ese esfuerzo por mí, para aprender a amar de verdad.
Pero de verdad... Tengo tantas ganas de que alguien me ame tanto. Alguien al que no le den miedo mis labios por mi torpe franqueza; que no lo asuste la sinceridad de mis ojos, la longitud de mi cuello. Necesito a alguien que su necesidad sea necesitarme; de día, noche, en la tarde, media tarde… ese alguien que no dependa de mis huesos para su soporte, pero que necesite de mis manos entre su cabello.
Necesito un ser humano, uno de verdad. Uno que no le tema a la vida, al tiempo, a la muerte. Que tenga orgullo firme para defenderme durante el trayecto; un ser humano sensible con corazón, pero un corazón de verdad.
Ya he probado varias imitaciones de seres humanos. Suelen parecerse mucho a los seres humanos en la realidad ( que poco a poco se está acabando) , pero no; no me llenan. No me saben sus besos amargos llenos de rencores y pretextos. No me queman sus manos de hielo, con asperezas duras en las llemas de los dedos. No sé si entiendan, en realidad tengo ganas de que alguien me ame tanto, pero tanto; que el infinito se quede corto entre lo que sus ojos y mi gloria.
Necesito un hombro para llorar, unos nuevos labios para reir. Necesito que habiten mi cuerpo, inmóvil ante el amor. Necesito amar el aire que respiro junto a él; necesito amarlo. Quiero detenerme a pensar lo que escribo; creo que no puedo. Mis dedos reaccionan a la necesidad de escribirle a un amor que aún no llega; a un amor que no toca mi puerta desde que tengo memoria.
O tal vez está frente a mí; frente a mis labios besándome las ilusiones que me acarician por las noches y yo amo en el silencio callándome los sueños que aún no tengo. Tengo tantas ganas de que alguien me ame tanto como para llorarle cuando extrañe un espacio de su cuerpo. Que se vuelva el único sorbo de agua que deba beber para renacer. Que sea el arquitecto perfecto para reconstruirme las paredes del alma, que ponga los cimientos un metro debajo del “ nosotros” ; que junte nuestras almas y separe las esencias.
Necesito una persona que no me joda el poco ego que me cargo y que me fabrique la confianza que no tengo. No sé si entiendan que, en realidad tengo ganas de que alguien me ame tanto como para amarme de por vida; con mis facetas, mis emociones y mis ansias. Alguien que no detenga el tiempo n lo acelere, que sepa esperarme; que vaya junto a mí y no detrás ni frente. Necesito alguien que me conozca los miles de fantasmas que me persiguen.
Alguien que me dé el tiempo para quitarle las costuras a las heridas de mis anteriores amaneceres, de curarme, de crecer. Que me brinde la esperanza de creer en lo que siento, lo que entiendo. Necesito amar a quien entienda lo que significa querer; lo que significa perder y que aun así me intente retener. Tengo ganas de que alguien ame la idea de lo que soy, la esencia, la materia de mi ser.
Necesito simplemente a alguien que me ame tanto para sentir que amo tanto el existir.
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